Producir, comercializar, consumir y promover implica responsabilidad, la aceptemos o no.
Un buen «Mezcal» no es solo el producto en sí y/o su imagen… cuenta, sí, pero basarse solo en eso es un sesgo muy común y peligroso para la preservación del ecosistema, la vida, comunidad y cultura detrás del hoy considerado principalmente como solo un «producto”; esto causado por falta de información, análisis superfluo, marketing ambiguo, engañoso e “inundador”, enfoques limitativos a lo económico, por la moda, el “boom”, el “crecimiento”, etc.
Un buen Mezcal es definido por todas las acciones, expresiones, tradiciones, esfuerzos, prácticas de producción, planeación, análisis, decisiones, objetivos, etc. detrás del “producto”, conscientes de que el éxito y futuro del Mezcal no está en aumentar la cantidad de litros producidos o vendidos, sino en la correcta “preciación” y apreciación del “producto”, en la preservación de la cultura y el ecosistema como prioridad, esta en ser conscientes que el “negocio” no es infinito, sino excesivamente frágil por sus recursos humanos y naturales finitos, esta en ser conscientes que los límites no los marca la demanda infinita del mercado, ni la capacidad o «tamaño» de la «fábrica», ni la capacidad económica de la marca, sino en ser conscientes que el límite está marcado por las temporadas y ciclos de producción, está marcado según la capacidad de recuperación, mantenimiento y mejora del ecosistema donde están las materias primas, está marcado según la capacidad de tratamiento, disminución y re-uso de los desechos generados, está en la capacidad de cuidado de las personas, en la capacidad de pago justo, análisis de costos y precio de venta detallado y profundo, y demás acciones hay detrás de los Mezcales hecho con amor.
Mezcales conscientes del impacto de nuestras producciones… consientes que la «sustentabilidad», «sostenibilidad» y demás palabras, son solo una guía, una inspiración que debemos seguir, más son una utopía, algo inalcanzable; El impacto existe y existirá, lo que sí es alcanzable es la cuantificación de nuestro impacto, esfuerzos y acciones reales para disminuir, prevenir y mitigarlo en medida de lo posible.
El Mezcal consciente NO cambiará el mundo, el mezcal hecho en serie SI.
Como productor o comercializador de un “buen Mezcal” no puedes considerar el destilado como fuente única de ingreso… si como negocio, si como trabajo honesto, digno, respetuoso, si como un ingreso, más no el único… considerarlo como único ofusca las prácticas y toma de decisiones al poner en debate el dinero en contra de la preservación.
Como consumidor o promotor, un “buen Mezcal” no es un producto que encontrarás siempre, no lo encontrarás en todos los estantes, no lo verás producirse continuamente, no encontrarás litros infinitos, si encontrarás diferencias que hacen único cada lote, si verás la expresión y esfuerzo puro del productor, de la comunidad, de la región, de las materias primas, de los métodos y herramientas, del paraje de corte, de la temporada, si verás el trabajo y costos verdaderos del tiempo, pasión, esfuerzo, responsabilidad, conciencia y análisis de realizar Mezcales hechos con amor,… verás la preservación del arte en la artesanía.
Temas a tomar en cuenta para “juzgar”:
Producto en si (sabor, olor, aromas, región, temporada, etc)
Métodos y prácticas de producción
Métodos y prácticas de manejo residuos
Manejo y prácticas de recuperación, mantenimiento de ecosistema y mitigación de costo ecológico
Plan y objetivos de producción/venta
Método de costeo, pago y venta
Con estas reflexiones queremos que te formes tu propio criterio y nos des tus aportaciones.
Diego Mayagoitia. Productor de Nombre de Dios Durango.